Registrada (el 4 de mayo de 2017) la Proposición no de Ley sobre la GESTIÓN INTEGRAL DE LOS SEDIMENTOS DE LA CUENCA DEL EBRO
También indicaros que desde el grupo de Podemos (UP-ECP-EM) han registrado la siguiente enmienda parcial a los PGE para dotar de fondos el estudio que contempla la PNL:
ENMIENDA
De adición
ALTA (miles€) 300
Sección: 23 MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE
Servicio:. DIRECCIÓN GENERAL DE CALIDAD Y EVALUACIÓN AMBIENTAL Y MEDIO NATURAL
Programa: 456C Protección y mejora del medio natural
Artículo: 60
Provincia: varias provincias españolas
Denominación: PROYECTO PARAR REVISAR EL SISTEMA DE EMBALSES, LA RETENCIÓN DE SEDIMENTOS O CAUDALES AMBIENTALES
Dotación 2017 adicionales: 300 (miles de euros)
MOTIVACIÓN:
Los mecanismos de las presas deben revisarse y mantenerse en buen estado y deben usarse regularmente. Significa defender la seguridad de toda el área de influencia de la cuenca del Ebro. Trabajar para una explotación de los embalses ajustada a los criterios ambientales de toda la cuenca y que no ponga en riesgo el delta del Ebro. Con un enfoque integral a escala de cuenca y una gestión adecuada de los sedimentos que evitaría la colmatación de los embalses y, por lo tanto, en algunos casos, la proyección de nuevos embalses y la inundación de más pueblos, tierras y ecosistemas, que agravan el cambio climático.
Al amparo de lo
establecido en el Reglamento de la Cámara, los grupos parlamentarios
UNIDOS
PODEMOS – EN COMÚ PODEM – EN MAREA, GRUPO
SOCIALISTA, GRUPO ERC Y GRUPO MIXTO
han
registrado
la
siguiente Proposición
no de Ley sobre la GESTIÓN INTEGRAL DE LOS SEDIMENTOS DE LA CUENCA
DEL EBRO,
para su debate
en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Exposición de
motivos
El régimen de caudales
está formado por dos componentes físicos, los caudales líquidos y
los caudales sólidos. En este sentido, las corrientes de aguas
fluviales arrastran partículas finas y ultrafinas suspendidas que
aseguran la correcta funcionalidad de los ecosistemas acuáticos.
Éstas, una vez depositadas en el fondo, pueden permanecer durante
varias décadas atrapadas por las presas de los embalses en forma de
sedimentos.
Los procesos de erosión
y sedimentación y su gestión a escala de cuenca hidrográfica son
importantes desde un punto de vista social, económico y ambiental.
Se estima que en las próximas décadas más del 50% de la capacidad
de almacenamiento de los embalses de agua del mundo puede verse
reducida como producto de los procesos de sedimentación y, por
tanto, las prácticas de gestión de los sedimentos deberían ser
mejoradas.
Los embalses del Estado
español no son una excepción: a día de hoy, una inexistente
gestión de los sedimentos no solo puede poner en peligro la
seguridad de las presas, también muchos de los embalses empiezan a
colmatarse de sedimentos, con la pérdida de capacidad de
almacenamiento que ello conlleva. La tasa de aterramiento en los
embalses españoles ronda los 100 hm3/año, por lo tanto, cada 50
años perdemos unos 5.000 hm3 de capacidad de almacenamiento de
agua.
En la cuenca del Ebro,
donde se contabilizan unos 135 embalses (con una capacidad mayor de 1
hm3),
se calcula que aproximadamente el 94% de los sedimentos quedan
atrapados entre los embalses de Riba-roja, Mequinenza y Flix, por lo
que ocasiona ya un problema constatable, no sólo en la colmatación
de los embalses (el embalse de Mequinenza, por ejemplo, puede haber
perdido más de un 13% de su capacidad, es decir, más de 200 hm3 de
agua), sino también en su incidencia en el fenómeno de regresión y
subsidencia del Delta del Ebro, en la afectación la productividad de
las aguas costeras, con el correspondiente impacto sobre el desove y
reclutamiento para muchas especies piscícolas marinas, como los
pequeños peces pelágicos (p. ej. anchoas y sardinas) y el perjuicio
que conlleva hacia otros grupos faunísticos para los que esta área
es una de las zonas de alimentación más importantes de todo el
Mediterráneo como las aves marinas, y la afección directa respecto
a la pérdida de playas y arenales e, incluso, los problemas de
seguridad en los propios embalses.
Por lo tanto, uno de los
principales retos ambientales para la gestión de los sedimentos en
España lo constituye la interrupción del transporte de sedimentos
causada por los embalses, además de la alteración de los regímenes
de caudales.
Sin embargo, mientras
una falta de gestión causa graves
desequilibrios
en los procesos de erosión y colmatación de los cursos fluviales,
embalses y costas, una adecuada gestión permitiría poner en valor
el patrimonio natural y los beneficios de los servicios ambientales
que ofrecen los ecosistemas acuáticos (p.ej. fuentes de recursos
hídricos, control de inundaciones, estabilización y protección de
costas, aportación de nutrientes, mitigación y adaptación a los
efectos del cambio climático, etc.
En consecuencia, como ya
se ha apuntado en esta Comisión, deviene necesario abordar un Plan
de Gestión Integral de los Sedimentos de la Cuenca del Ebro, que
pueda servir en el futuro inmediato de referente en el proceso de
planificación hidrológica de todo el Estado. El Plan será, sin
duda, una herramienta de ayuda para permitir la consecución de los
objetivos de la Directiva Marco del Agua, en especial respecto a la
calidad hidromorfológica de las masas de agua (ríos, lagos, aguas
de transición y costeras), y supondría demandar tanto a la
Confederación Hidrográfica del Ebro (con competencias en
planificación hidrológica) como a las comunidades autónomas (con
competencias en conservación de la naturaleza) que se elabore
considerando todas las variables relacionadas con el balance
sedimentario de la cuenca, entre ellas: el transporte de sedimentos,
la sostenibilidad de los ecosistemas costeros, el régimen
hidrodinámico fluvial de la liberación de caudales de los embalses
con atención a los “caudales sólidos”, el efecto de las
infraestructuras (embalses, escalas, azudes, etc.) en los
desequilibrios de los procesos de erosión y colmatación de los
cursos fluviales y los embalses, la protección de los bosques
fluviales, y el control y restricción, si fuera necesario, de las
actividades extractivas de cualquier índole, incluidas las limpiezas
de ríos y extracción de áridos bajo supuestas obras de emergencia.
Asimismo, todas aquellas cuestiones relacionadas con la contaminación
de los propios sedimentos.
Por otro lado, la
problemática actual puede (y debe) ser ya abordada activando las
compuertas y mecanismos de fondo, con función de aliviaderos y
desagües, de las presas (algunas de las cuales, como en Mequinenza y
Riba-Roja, existen indicios de que no se han usado nunca desde su
construcción) y, con el estudio de diferentes acciones y mecanismos
que faciliten la transición y movilización de los sedimentos. Una
cuestión relacionada de forma directa con la seguridad de las
presas, cuyos mecanismos deben mantenerse en buen estado y uso
regular (conforme a la diferente normativa vigente sobre las
instrucciones de explotación de grandes presas –ORDEN de 31 de
marzo de 1967– y las normas de seguridad y obligaciones de los
titulares de estas instalaciones - Real
Decreto 9/2008, de 11 de enero-). Estimular estas acciones a escala
de cuenca supondría, por otro lado, evitar que los embalses queden
obsoletos por colmatación y deban construirse de nuevos, con la
correspondiente inundación de pueblos, tierras y ecosistemas,
agravando el cambio climático y perjudicando el equilibrio
territorial.
Por todo lo cual, los
grupos parlamentarios
UNIDOS PODEMOS – EN COMÚ PODEM – EN MAREA, GRUPO SOCIALISTA, GRUPO ERC Y GRUPO MIXTO formulan
la siguiente
Proposición no de
Ley
El Congreso de los
Diputados insta al Gobierno a:
Primero.
Crear antes de seis meses una comisión
política y técnica, formada por técnicos de la Confederación
Hidrográfica del Ebro y de cada una de las comunidades autónomas
afectadas, así como por representantes de los movimientos sociales
que trabajan la cuestión, para estudiar la problemática y las
oportunidades de gestión de los sedimentos en el marco de un Plan de
Gestión Integral de los sedimentos de la Cuenca del Ebro.
Segundo. Instar
al gobierno español y a la Confederación Hidrográfica del Ebro a
que, como cuestión urgente y con la intención de avanzar en el
cumplimiento de los objetivos del Plan de Gestión Integral de los
sedimentos, realicen a lo largo de los próximos nueve meses y a
través de la Comisión de Normas para Grandes Presas una inspección
de los mecanismos de las presas de Mequinenza, Riba-Roja de Ebro y
Flix,
con especial atención a los desagües de fondo, y, en el caso que
constaten la existencia de mecanismos en mal estado, exijan su
inmediato mantenimiento conforme las disposiciones legalmente
aplicables.
Tercero.
Instar al Gobierno español a revisar,
antes de que acabe el 2017, los protocolos
de actuación de la gestión y explotación de las presas,
con especial atención a la seguridad, en cumplimiento de las nuevas
implicaciones ambientales y en atención al impacto ambiental de las
presas considerando las dinámicas crecientes de hundimiento y
regresión del Delta del Ebro y las causas y efectos globales del
cambio climático, y la consiguiente necesidad de liberar los
sedimentos retenidos en los embalses.
Palacio del Congreso de
los Diputados, … de abril de 2017
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